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miércoles, 3 de febrero de 2016

Consejos para perros viajeros en invierno



Aunque parezca mentira... estoy pasando mucho frío.
Bueno, pues ya estoy aquí otra vez. Es invierno y hace frío. Pero no por eso voy a dejar de viajar. ¿Y vosotros?
La verdad es que todo el mundo cree que los peludos no tenemos frío, precisamente por eso, por nuestro pelo y también muchos humanos piensan que pueden llevarnos por la calle disfrazados, como si fuera carnaval y nosotros no pasásemos vergüenza, verdad? Pues bien, ni lo uno, ni lo otro.
Primera nevada del año
Pasamos frío y a veces mucho. No sólo eso, a veces se nos congelan las patitas o se nos mojan y después nos salen hongos, aún peor, a veces nieva y los humanos menos inteligentes echan sal por el suelo. ¡Sal! ¿os imagináis lo que eso nos hace en las patitas? Es horrible.
No, definitivamente no nos gusta ir disfrazados sin motivo y odiamos los vestiditos y las tonterías. Pero, quizá un abrigo de nuestra talla y unas botas, simples, sin tonterías, cuando tenemos que andar en esas circunstancias, no nos vienen nada mal.
Esos pelitos hay que cortarlos
Yo no estaba muy de acuerdo hasta que sufrí mi primera nevada en la ciudad. El campo es otra cosa. Sí, el suelo está frío y si tienes mucho pelo, como yo, a veces se te congela el pelo y se hacen bolas de nieve que no te dejan doblar las patuelas. Eso es verdad, pero en la ciudad es otra cosa completamente diferente. En algunas ciudades echan sal, en otras piedrecitas pequeñas. La sal me quema las patitas, las piedrecitas se me clavan y me hacen mucho daño. Así que os voy a contar el proceso para que podamos andar por ciudades extranjeras, nevadas. Y digo extranjeras, porque está claro que los peludos que viven en ciudades donde nieva… se acostumbran y ya no les afecta. Vienen con ese chip perruno de fábrica. Pero a los que vamos de visita, nos mata.
Se me hacen bolas en el pelo....
Para empezar, hay que cortar los pelitos de las patas. Los que salen entre las almohadillas. Mi humana lo hace con unas tijeritas muy pequeñas. No hay que rapar, simplemente cortar el pelo cuando hay mucho, ese que se pone rojito a veces… eso significa que hay hongos. Luego hay que cortar las uñas, por supuesto, que si no, no caben las patuelas en las botas. Y no podemos andar. En mi opinión, las botas deben ser flexibles para que no te hagan daño, pero cada peludo tendrá sus gustos, digo yo. Y no me gusta que estén demasiado apretadas. Lo malo es que si van muy sueltas… yo las pierdo. Así que, en el centro está la virtud. Tendréis que coger el punto.
El tema del abrigo también es muy importante. El mío es impermeable, porque no me gusta nada mojarme. Sólo en verano cuando me baño en algún sitio, pero la lluvia me molesta. Mi abrigo es grande y suelto, pero a algunos amigos les gustan más cerrados, sobre todo a los que pasan más frío. Mi prima Pizca, por ejemplo, es pequeña y tiene poco pelo… el suyo parece un plumas y ella tan feliz. Cada peludo, tiene que elegir el suyo. De hecho, creo que los peludos más grandes… no lo necesitan. No veo yo a un San Bernardo con un abrigo, pero a un Yorkshire… es otra cosa. Claro.
Ese es el equipo que yo utilizo y que yo recomiendo. Mi humana me lo pone para ir por la calle cuando sabe que me hace falta. Pero no lo llevo todo el tiempo, por ejemplo, en el transporte me lo quita casi todo. Si vais a viajar por países donde nieve, llueva mucho y/o haga frío, os recomiendo mucho, mucho que llevéis el equipo completo, igual que lo llevan vuestros humanos. Al final, os alegraréis.
Adoro la nieve cuando voy bien equipada.